NIDA (pureza familiar)

La aproximación irrestricta lleva a libertades  excesivas, la demasiada familiaridad con su satisfacción es causa directa y poderosa de la desarmonia conyugal. Pero, sin embargo, cuando la pareja se somete a la disciplina sexual de la Tora, y observa el periodo de la separación en el estado de nida, el odioso aspecto de la satisfacción excesiva desaparece, y queda para siempre el refrescante deleite del amor y la atracción como en el principio del matrimonio, esto sucede cada mes; ya que la intimidad absoluta sin interrupción  conduce al desprecio, una corta ausencia hace que el anhelo del corazón hacia lo que tenia y que despues se le fue impedido cresca.

Casarse es bastante fácil, permanecer casados es completamente diferente.  Respecto a esto la atracción física juega un papel muy importante entre muchos otros aspectos,  al llevar aun hombre y a una mujer a unirse en matrimonio, y el mantenerlos unidos; pero si esta atracción disminuye mas adelante, el matrimonio corre el riesgo  de irse  desintegrando lentamente; lo cual seria muy lamentable para la pareja. 
Para que el matrimonio prospere, el mutuo atractivo de los conyugues debe ser preservado y aun aumentado con el tiempo. Es por ello la importancia de conocer y poner en practica las reglas de pureza familiar que la Tora nos enseña; la abstinencia que exige la pureza familiar ayuda poderosamente a conservar esa atracción, y por consiguiente el deseo fresco y juvenil entre la pareja.