sábado, 29 de enero de 2011

Los Estados del Alma: La estructura incorpórea: Introducción al pensamiento kabalístico I

Introducción

0:1 Nuestro lenguaje, en la mayoría de los casos, está estructurado a partir de lo que sabemos pero también de lo que creemos saber.

0:2 Diferentes teorías intentan explicar cuál es la fuerza que mueve la historia. Algunos dicen que es el conflicto de civilizaciones, otros lo atribuyen a la economía de mercados, etc. Ello no hace más que reforzar un lenguaje que justifica el desconocimiento de los otros, los diferentes.

0:3 La fuerza primordial en la historia no es la pluralidad de culturas ni la economía de mercado. Estas no son sino diferentes formas de exteriorizar y de nombrar el deseo de cada individuo y cultura de recibir lo que consideran mejor, «su estándar».

0:4 El conflicto actual no es un conflicto de civilizaciones, es la decadencia de los sistemas que a través de la historia no hicieron más que justificar el egoísmo.

0:5 Cuando reflexionamos y analizamos qué es lo que finalmente sobrevive a través de la historia descubriremos que es lo que posee la capacidad de unir y armonizar. Lo que nos conduce a lo infinito y eterno.


PRIMER MÓDULO

Lo presente, lo inmediato, lo cercano, lo lejano y lo trascendente

1:1 Cinco aspectos determinan la forma de actuar de todo ser humano: lo presente, lo inmediato, lo cercano, lo lejano y lo trascendente.

1:2 Estos cinco ámbitos los podemos representar como cuatro círculos concéntricos en torno a un punto central. El centro indica nuestra realidad presente, el primer círculo señala lo inmediato y así sucesivamente hasta el cuarto, el más exterior y lejano que define el alcance de nuestra conciencia.

1:3 El cuarto círculo, lo trascendente, es en última instancia el que marca nuestros límites: los valores que consideramos absolutos y que no estamos dispuestos, de ningún modo, a sacrificar: es lo que consideramos sagrado.

1:4 Cuando un individuo, una nación etc. pierde los límites que establecen el ritmo que armoniza lo presente con lo trascendente termina por distorsionar su concepto de lo sagrado.

1:5 El alma posee cinco grados generales de conciencia denominados: Néfesh –lo presente: el ámbito material sensorial, Rúaj -lo inmediato: el plano emocional, Neshamá -lo cercano: el pensamiento, Jaiá –lo lejano: la voluntad y Iejidá -lo trascendente: lo eterno, el plano espiritual.

1:6 Lo presente así como lo inmediato y lo cercano, instinto, emoción y pensamiento respectivamente surgen naturalmente en cada momento de nuestro diario vivir. Lo lejano y trascendente, la voluntad para alcanzar los valores eternos-espirituales, en cambio, exige un esfuerzo, ya que debemos trascender nuestros instintos, emociones y pensamientos supeditándolos a través de la voluntad a principios eternos-espirituales.

1:6 Cada uno de estos cinco grados se relaciona con una sefirá :Néfesh con Maljút, Rúaj con Tiféret, Neshamá con Biná, Jaía con Jojmá y Iejidá con Kéter.

2:7 Cada sefirá representa un grado de la Luz Infinita, como una serie de cristales a través de los cuales la Luz va adquiriendo más y más presencia. El Zóhar nos transmite una imagen de ese proceso designando a cada una de las sefirót como el resultado de la luz atravesando cristales de diferentes colores. Negro para Maljút, verde para Tiféret, rojo para Biná, blanco para Jojmá y transparente para Kéter.

1:8 Los cinco niveles que estudiamos representan cinco grados a través de los cuales se manifiesta nuestro deseo. Néfesh –lo presente, la reacción instintiva, Rúaj -lo inmediato, las emociones y Neshamá -lo cercano, el pensamiento.

1:9 Cuando el pensamiento no alcanza a discernir en la voluntad por captar lo trascendente, los seres humanos terminamos por justificarnos y adaptar la realidad a nuestras debilidades en lugar de expandirnos a lo eterno.

1:10 El pensamiento-lo cercano, es lo que puede darnos el discernimiento para alcanzar lo lejano, la voluntad que no poseemos para alcanzar lo trascendente.

1:11 La función del pensamiento es discernir en nuestros deseos, a partir de Principios Objetivos, con el propósito de alcanzar lo trascendente.

1:12 Cuando un individuo, una ideología o una cultura se identifican únicamente con lo presente, inmediato y cercano no perciben más que la muerte al final del lapso de la vida física. Entonces los objetivos presentes, inmediatos y cercanos tiene comienzo y fin, mueren, en cambio cuando los supeditamos a lo trascendente son los conductos hacia lo eterno.

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